Cuando se siembra desde el Espíritu...

·        En la brisa que eres de la pradera

·        En la lluvia que fecundas la vida

·        Resplandece esa Semilla Divina

·        Para saberse en fecunda primavera

·        Imagina si de átomos algo sabes

·        Un protón al que Dios nombramos

·        Neutrones somos los que giramos

·        Aunados por el amor que se esparce

·        En la brisa inmanente de mis latidos

·        Una confianza en la luz me estimula

·        Mi pequeñez a la grandeza impulsa

·        Para florecer en la sinfonía de sonidos

·        Solo Te aletargarías por el  miedo

·        Y la comodidad que no hablen de Ti

·        Respetando los enjuiciadores sin fin

·        Para alimentarles su mísero Ego

·        He sido concebido en la abundancia

·        Certeza Del milagroso Creer sin Ver

·        Me templa alcanzar la Visión de Ser

·        He insultaría al cielo mi desconfianza

·        Las raíces de tan formidable expansión

·        En la fuente de mi corazón se alimentan

·        Cuando la visión espiritual se acrecienta

·        Nutre las flores danzantes de integración

·        En la brisa que eres de mil maneras

·        La semilla espiritual sabe tu vocación

·        De superar la creencia de la separación

·        Que el Ego como pensamiento enferma

·        En la brisa de infinitas vivencias

·        En las caricias de nuestro sembrador

·        En el agua latiendo desde el corazón

·        La magnífica vida aún nos espera…

·        Y aunque en cálido vivero y bonsái

·        Hayas decidido gestarte como suelo

·        No tendrás nidos susurrantes de vuelos

·        Pero el agua de tu latir no te faltará

·        Tu semilla espiritual pulsará eternamente

·        Por que sabe la dicha de sentirse enamorada

·        Y en la eternidad tu ausencia no es nada

·        Cuando el amor en verdad se siente

·        En la brisa de infinitas vivencias

·        En las caricias de nuestro sembrador

·        En el agua latiendo desde el corazón

·        La magnífica vida aún nos espera…